A
lo largo de los siglos ha sido nombrada con recelo, solo se susurra su nombre,
se le evita por completo y niegan su existencia, sin saber que siempre ha
estado allí, junto a todo ser viviente, esperando el momento propicio para
actuar.
La
muerte, el fin de todo según dicen, la vida más allá de esta, el sueño eterno,
el juicio final y la tristeza de los otros humanos que lamentamos la pérdida de
ese ser querido.
Eternos
significados tiene aquella palabra o estado natural, para cada ser viviente
significa algo singular, para algunos es el derrumbe de la vida y no pueden
continuar, para otros es un florecimiento, la renovación de la vida, regocijo,
así como las flores una mañana nacen y se abren hacia el sol, en la noche se
marchitan y se despiden con una reverencia. Al parecer ese es el significado de
la vida, la muerte no existe, solo existe la transformación, los cambios de
estados.
Al
mirar al cielo puedes ver muchas nubes, pero ellas no siempre estuvieron allí,
aquella agua condensada un día fluyo en un río o quizás perteneció a la
cubierta nevosa de una montaña. Todo es un viaje y la humanidad aun no lo sabe,
estamos tan ligados a todo lo conocido que cuando alguien le toca el momento de
abandonar nuestro lado nos duele profundamente, sentimos que nos arrancan
nuestro propio sentido de la vida. Sería tan bonito que lo pudiéramos
comprender este trance de otra manera, sin dolor, solo con aceptación y reposo,
pero por lo general es todo lo contrario.
Saber
decir adiós y desprenderse de los seres queridos es todo un logro, les llego su
momento de partida y solo queda desearles buen viaje, una buena despedida, ahí
surge el misterio de la vida, se emprende un vuelo hacia el infinito. Adiós a
lo viejo conocido, fue un gusto conocerte vida terrena, vamos a ver que sigue
en la próxima pagina.
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