miércoles, 20 de marzo de 2013

Evolucionando

La vida es un constante ir y venir, así como los árboles han crecido y evolucionado a los largo de los siglos, yo me sentí como uno de ellos. Un día sintiéndome muy fuerte e invencible me eleve con mis ramas hacia los cielos para poder tocarlo, sentir su resplandor en el tacto de mis manos y presa de ese juego me quebré, mi tronco se vio forzado y cayo. Aun no era el tiempo de escalar tan altas cimas y volví al comienzo, volví a levantar mis ramas para saludar al sol pero ya sin afanes, sin querer ser mejor que otro o querer aparentar algo para satisfacer a mi ego, ahora me preocupare de alimentar mi raíz  engruesar mi tronco y mecerme con el batir del viento. Eso he aprendido de los árboles.